23 ago 2011

Planeamiento didáctico

Cuando decidimos emprender una actividad, sea cual sea, solemos planificar las acciones requeridas para ejecutarla de la mejor manera y en el menor tiempo posible. Lo contrario a la planificación se conoce como improvisación, misma que no debe apoderarse del actuar del docente, pues la calidad formativa se perderá o no se alcanzará.

Se hace necesario que todo docente se convierta en un Planificador eficiente, dejando por escrito cada una de las actividades que pretende desarrollar en una asignatura o curso específico.

El arte de planificar está dando por ese dominio temático en el docente universitario, elemento que contextualiza y ayuda en la tarea de planificar; le permite una visión proyectiva de la actividad formativa encomendada, es decir, del qué hacer, cuándo hacerla, cómo hacerla, para qué hacerla, con quiénes hacerla, etc. Al dar respuesta a estas breves pero profundas interrogantes, tendrá la visión futurista de la actividad. Entiéndase, el proceso de Planificación Didáctica como un partido de Ping Pong, donde la bola va de una cancha a otra, es así como el planificador docente deberá ir de pregunta a respuesta, una a una, para completar el verdadero plan de ruta y tenerlo listo para el momento de ejecutar la actividad formadora y, así evitar, la improvisación ante sus alumnos.

Cuando planificamos se hace necesario tener claro dominio de las bases filosóficas del centro académico en el que laboramos (colegio o universidad) considerando que en el proceso formativo podamos apoyar elementos institucionales como la Misión y Visión institucional, el Objetivo general de la carrera, el perfil profesional trazado, así como los elementos técnico-académicos definidos para el logro de todos los anteriores. Por tanto, la Planificación didáctica no debe verse como un proceso aislado y centrado exclusivamente en nuestra disciplina científica, sino que bien podrá relacionarse con otras disciplinas científicas (si el propósito formativo es la promoción de trabajo interdisciplinario)

Otros elementos que debemos considerar al planificar una asignatura o actividad, es el "hacia dónde va el estudiante", es decir, enlazar los contenidos formativos con las temáticas futuras de la asignatura actual o las asignaturas que el alumno cursará en un futuro inmediato, sentando las bases del aprendizaje para ellos.

Un último elemento que debe planificarse es el proceso evaluativo, pues el Docente debe tener claro, desde el inicio de la actividad formativa, qué evaluará, cómo lo evaluará, cuándo evaluará, a quiénes evaluará y para qué evaluará. este será otro contenido en este blog.

Como pueden ver el rol de Planificador del docente Universitario no debe tomarse a la ligera o evadirse, pues es esencial para el logro de los objetivos profesionales o formativos que se han plasmado en un Plan de carrera.

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